En la adolescencia compraba cuanto libro encontraba en la librería y a veces sin saber de que se trataban, muchas veces tenía una grata sorpresa y otras….
En una de esas caminatas por Av. Corrientes, en una estantería de una librería muy conocida, encontré un libro llamado “Nación Prozac” me llamo la atención inmediatamente, la sinopsis comenzaba con “Nación Prozac” o la pastilla de la felicidad, no seguí leyendo y la verdad lo compre pensando que hablaba de drogas non santas.
Comencé a leerlo enseguida, no recuerdo que año era, pero como todavía vivía con mis padres cálculo que debe haber sido entre el 89 y el 90.Es la autobiografía de Elizabeth Wurtzel, una periodista Norteamericana, niña prodigio, atormentada desde chica por la depresión y traumatizada por el divorcio de sus padres.
Elizabeth describe una serie de sucesos de desequilibrio, sexo, drogas y alcohol, hasta empezar a transitar la senda de la “sanación”.
Mientras lo leía no entendía el entorno, el trajín de la vida de esa mujer, una vida llena de gente diversa, horarios, desamor, compañías poco recomendables.
Nací en un pueblo, me crie en un pueblo, me fui a vivir a Buenos Aires, con un hábitat que era una sucursal de ese pueblo. Si bien vivía para ese momento en una ciudad Cosmopolita, no me podía identificar con ningún personaje, todo me parecía que iba a una velocidad luz y yo en cámara lenta.
Hoy 25 años después lo releo, y como cambiaron las cosas, me siento más identificada que con ella, que con cualquier heroína de novela rosa, pase excesos, hoy trato de sanar mi alma, no tomo Prozac, pero tomo Fluoxetina, que es como la hermanita mojigata del Prozac.
Volví a vivir en mi pueblo, pero no es el mismo de antes, se parece más al infierno Cosmopolita que describe Elizabeth
Estuve pensando durante más de una semana, en Willy Baterola, me acordé de el gracias a Mariano presidente de MARIANOPOLIS, que dejó un comentario sobre Willy en el post que hice sobre Carozo y Narizota, según Mariano, Willy largó los medios en el 89´y desde entonces maneja un tacho, aunque aclaró que no llevó un vida fácil pero se abrió a tiempo. Otras versiones indicarían que Willy, estaría internado en la misma clínica donde no pudieron hacer absolutamente nada por Paolo el Rockero. Por una grave adicción a la Pasta Base o como le dice el “Latita Merello”. Willy siempre me cayó bien desde el vamos en cuanto arrancó en los medios, ya de más grande me pregunté, como mierda a alguien se le ocurrió poner a Willy en frente de la cámara, para que lo viera un chico de 6 años cuando vuelve del colegio. Desde esa época Willy se notaba que no estaba bién, tenía brotes psicóticos, pupilas dilatadas, movimientos espasmódicos, y paranoia. Pero era tan simpático. Willy a di
Excelente !!! Parece que este es un blog de excesivos !!
ResponderEliminarMás que un blog, esto parece un grupo de autoayuda (pero de una escuela distinta a la de Cohelo, obvio).
ResponderEliminarJuaaaaa brillante Lalita distinto al de cohelo obvio jaja
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